Afortunadamente hay toros tras las figuras

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lunes, 15 septiembre, 2025

Afortunadamente hay toros tras las figuras

En el pasado siglo, era habitual que los carteles que anunciaban festejos taurinos empleasen como reclamo palabras suntuosas, grandilocuentes del tipo de Soberbia, Enorme, Grandiosa …. y, al referirse a los toros, lo mismo: ..Soberbios ejemplares, Bravos, Imponentes,.... La mayoría de las veces (por no decir casi siempre) la realidad distaba mucho de lo mayestático del anuncio. La corrida que tuvimos la oportunidad de disfrutar en Villacarrillo hubiese hecho realidad aquellos adjetivos.

Para empezar, deberíamos agradecer a la empresa el haber contratado para una plaza de tercera categoría una corrida como la que presentó Salvador Domecq. Discrepo de los que consideran que los toros han de ser diferentes según la categoría de la plaza, el espectador que acude y paga su entrada lo hace, en muchas ocasiones, abonando un precio igual o superior al de las plazas de primera y, por lo tanto, deberían tener las mismas oportunidades.

Fue una corrida con trapío, casta y nobleza que exigía hacerle las cosas bien,sirva como muestra la vuelta al ruedo concedida al segundo de la tarde y el indulto (lo más ortodoxos posiblemente discrepen de lo acertado de la decisión) de Bandolero el toro que cerraba el festejo. Los toros fueron broncos de salida, derrotando en tablas y dificultando los lances de recibo. Aunque acudieron al caballo una sola vez, todos fueron aceptablemente picados.

Manuel Jesús El Cid abría la terna. En su primer toro fundamentó la faena sobre la mano derecha mostrando oficio, mató de una estocada y dos descabellos y obtuvo una oreja como premio.Al llegar a la plaza, El Cid, fue el único que se acercó a la capilla para pedir protección y ayuda y a fe que lo consiguió en su segundo un toro negro bragado y meano de estampa impecable e imponente. Desde los lances de capa y durante la lidia ya mostró que el pitón izquierdo era el aconsejable para sacarle partido y El Cid, tras intentar dos tandas con la derecha ,cambió de mano y bordo el toreo al natural. El animal fue mejorando y, al final de la faena, el Cid pudo sacarle dos buenas tandas de derechazos. Alternó ambas faenas con desplantes y adornos llenos de torería.

Hay que destacar la labor que, como director de lidia, Manuel Jesús El Cid desempeñó a lo largo de toda la tarde, estuvo pendiente de todo lo que acontecía en el ruedo.

Chapeau a Adrián de Torres. A él correspondieron los mejores lances de recibo a la verónica, y los dos únicos quites de la tarde: a su primero por “tafalleras” y al segundo bis por “Gaoneras”. Su primer toro se rompió el pitón derecho al derrotar en el burladero cuando Adrián se disponía a empezar su faena. A pesar de haberse lesionado durante la lidia, hay que agradecer la actitud de la presidencia del festejo al devolver al toro a los corrales para que saliese el sobreero que, a la postre, permitió el lucimiento del torero. Brindó a un miembro de su cuadrilla y dió comienzo a su faena por estatuarios sin moverse del sitio, cimentó la faena sobre la mano izquierda. Hay que destacar como le anduvo al toro dándole sus tiempos y demostrando mucha torería. Fue premiado con dos orejas. Y el toro con la vuelta al ruedo El quinto de la tarde fue el peor de la corrido, un toro muy parado al que era imposible hacerle faena.

El Melli en su primero, un toro noble, realizó una faena con poca transmisión. Pinchazo hondo y 3 descabellos. Saludos- El sexto se lo brindó a Adrián de Torres y tras un comienzo por bajo con mucho gusto, realizó una faena variada por ambas manos ante un toro que embestía con clase. Fue premiado el toro con el indulto y él obtuvo los máximos trofeos simbólicos.

Los tres toreros salieron a hombros echando de menos al mayoral a quien también deberían haber invitado a salir con ellos.

La plaza registró media entrada de un público entendido que estuvo a la altura del espectáculo. Muchos de ellos habían asistido recientemente a Villanueva para ver a las figuras del momento sin que hubiesen estado a la altura deseada y (según los comentarios) mucho menos ante ejemplares como los lidiados en Villacarrillo. Afortunadamente, hay toros tras las figuras.