Mientras que el Ministerio Fiscal no ejerce la acusación por
entender que "no han podido determinarse la forma y circunstancias en que
se produjeron las lesiones que determinaron la muerte" del anciano, la
acusación particular, que representa a la viuda y a los cinco hijos del fallecido,
reclama inicialmente que se le condene como autor de un delito de asesinato por
el que le reclama 25 años de prisión.
Por su parte, la defensa aboga por la libre absolución por
considerar que no se puede mantener una acusación "basada en suposiciones,
conjeturas y sospechas".
Para Fiscalía no hay prueba de cargo para desvirtuar la
presunción de inocencia del acusado y por eso ha indicado al jurado que se no
puede condenar basándose en que "posiblemente lo hiciera" o porque
"cabe la posibilidad de que lo hiciera".
En este sentido, la representante del Ministerio Público se ha
dirigido a las siete mujeres y dos hombres que conforman el jurado para
indicarles que en caso de duda tienen que fallar siempre a favor del acusado.
Para la abogada de la familia de la víctima, el acusado
"deliberadamente asesinó" al acusado por las enemistades que
mantenían las familias. La acusación sostiene que en el transcurso del juicio
podrán exponer toda las pruebas que hay contra el acusado y ha pedido al jurado
que no permitan que "este asesinato quede impune".