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La historia volvió a escribirse en Linares. En una final vibrante y de altísimo nivel competitivo, la Selección de la FIDE se proclamó Campeona del Mundo de Ajedrez, imponiéndose con autoridad al combinado de Azerbaiyán por 3-1. Un triunfo rotundo que corona un torneo impecable para el equipo internacional, que supo superar a algunas de las selecciones más poderosas del panorama mundial para subir a lo más alto del podio en una ciudad con ADN ajedrecístico.
La conquista del título no fue un paseo. La selección dirigida por la FIDE tuvo que superar duelos de enorme dificultad desde cuartos de final. Primero derrotó a Uzbekistán, para después eliminar en semifinales a una de las grandes favoritas, China, en una exhibición de concentración, preparación y solidez estratégica. Así, la final llegó con dos equipos que habían demostrado merecimientos suficientes para alzar la corona mundial, pero la FIDE terminó imponiendo su ley sobre el tablero con un nivel de juego incuestionable.
El duelo decisivo celebrado en Linares se resolvió con los siguientes marcadores individuales:
Goryachkina, Aleksandra 1 – 0 Fataliyeva, Ulviyya
Lagno, Kateryna ½ – ½ Beydullayeva, Govhar
Shuvalova, Polina 1 – 0 Balajayeva, Khanim
Garifullina, Leya ½ – ½ Mammadova, Gulnar
Con dos victorias y dos tablas, la Selección de la FIDE firmó el 3-1 definitivo, desatando la celebración entre el público que llenó el recinto. Linares, ciudad legendaria en la historia del ajedrez internacional, volvió a ser escenario de una final mundial inolvidable.
El podio lo completó Estados Unidos, que logró el tercer puesto tras vencer a China por idéntico marcador: 3-1. En un duelo de alto nivel, las norteamericanas mostraron firmeza en los momentos clave para subir al podio en un campeonato de enorme exigencia.
Estos fueron los resultados de los tableros:
Yip, Carissa ½ – ½ Hou, Yifan
Sargsyan, Anna M. 1 – 0 Song, Yuxin
Abrahamyan, Tatev 1 – 0 Lu, Miaoyi
Krush, Irina ½ – ½ Zhai, Mo
Un bronce de gran mérito para Estados Unidos ante una selección china que partía como una de las principales aspirantes al título mundial.
Con esta final, Linares vuelve a consolidar su prestigio como una de las cunas del ajedrez internacional, acogiendo un campeonato de máximo nivel que deja un nuevo capítulo para el recuerdo. Una fiesta deportiva que confirma la vigencia y grandeza de una ciudad que lleva décadas escribiendo algunas de las páginas más brillantes del ajedrez mundial.
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