Sobre las 10:20 horas del lunes 2 de diciembre de 2024, la sala de Emergencias 112 comenzó a recibir llamadas dimanantes de algunos pasajeros que viajaban en un autobús que, alertados por la forma anómala en la conducción, denunciaron que su conductor no estaba en condiciones óptimas de hacerlo con seguridad.
Rápidamente, la Central Operativa COTA del Subsector de Tráfico de la Guardia Civil de Jaén, averiguó que el autobús seguía una ruta turística desde la localidad de La Iruela hasta la capital jienense, disponiendo un operativo con las patrullas en servicio para la localización del mismo, dando como resultado la interceptación por parte de componentes del Destacamento de Tráfico de Baeza del vehículo en cuestión, en la carretera A-315, en el término municipal de Torreperogil (Jaén).
En el momento de la identificación, el conductor presentaba síntomas evidentes de haber consumido bebidas alcohólicas, por lo que fue sometido a las pruebas preceptivas de detección, arrojando una tasa positiva de alcohol en aire espirado de 0,39 mg/l, duplicando de este modo la tasa permitida a los conductores profesionales la cual está fijada en 0,15 mg/l.
El servicio que prestaba este autocar era discrecional y en el momento en que fue interceptado viajaban a bordo treinta y seis pasajeros, un acompañante y su conductor; habiendo circulado aproximadamente unos treinta kilómetros.
El conductor fue investigado como autor de un supuesto delito contra la seguridad vial, por conducir un vehículo a motor bajo la influencia de bebidas alcohólicas; y se enfrenta a una pena de prisión de tres a seis meses o multa de seis a doce meses o trabajos en beneficio de la comunidad de treinta y uno a noventa días; y privación del derecho a conducir vehículos a motor y ciclomotores por tiempo superior a uno y hasta cuatro años.