Una retirada a tiempo es una victoria.
Ayer fue el día contra la violencia de género. Ese día en el que todos debemos recordar, enseñar y educar que con la violencia se hace daño físico y psicológico al otro.
Es el día en que recordamos como muchas mujeres y hombres son víctimas de sus parejas. Nadie merece ser maltratado, humillado ni vejado.
Eduquemos a nuestros hijos e hijas en la igualdad, ya que ni el machismo ni el hembrismo son ejemplos de ella.
Las tareas domésticas y la educación de los hijos deben ser compartidas.
Así las futuras generaciones comprenderán que cuando eligen pasar su vida con alguien, ese alguien debe ser una persona que los ame, respete y sobre todo valore y acepte sus virtudes y defectos.
El amor y el respeto son las bases de una pareja y ninguno de esos dos pilares debe llevar implícito la violencia.
No permitamos que nuestros hijos la presencien ya que será la peor lección y ejemplo que les estemos dando como padres.
Cuando el amor desaparece en una pareja, es mejor una retirada a tiempo de ambos, ya que así habremos conseguido que la violencia no esté presente.